Xinalani

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Al sur de Puerto Vallarta, Jalisco, exactamente en la costa de Quimixto se encuentra un pequeño paraíso: El hotel boutique ecológico y centro de Bienestar XINALANI. Una joya para los amantes de la yoga, pero un tesoro por descubrir para quien aún no sea parte de ese estilo de vida.

Así, sutilmente, como si su ubicación geográfica quisiera darnos una probada de lo que nos espera a nuestra llegada, el acceso a XINALANI es tan único como maravilloso. Solamente tiene acceso vía marítimo.

Primero hay que ir a Puerto Vallarta, ya sea por vía terrestre o aérea y una vez estando ahí, hay que dirigirse a la Marina en donde abordarás una lancha exclusiva que el hotel ha enviado solo para ti. El viaje en lancha durará aproximadamente 35 minutos, y en el camino, mientras te vas alejando de la marina, del ruido de la ciudad y sientes la brisa del mar, podrás observar toda la costa, el malecón, playa de los muertos, e incluso los Arcos de Mismaloya. 35 minutos que prepararán tus sentidos, para lo que estás a punto de experimentar.

Una vez pongas un pie en tierra firme, podrás despreocuparte de todo, ellos te ayudarán a bajar de la lancha y llevar tus maletas hasta recepción, el personal sumamente amable en todo momento, te asignará la habitación, así como unas breves instrucciones del hotel, y un mapa de sus caminos que necesitarás tener a mano. Te informarán sobre las diferentes actividades que podrás realizar durante tu estancia: surf, yoga y eco tours por mencionar algunas.

En XINALANI hay 176 escalones para ser exactos, distribuidos en medio de la selva, y a diferentes alturas. Podrás ir subiendo a tu habitación quizás y en un despiste encontrarás una vista espectacular al océano esmeralda que seguramente no veías venir.

Justo cuando pensabas que ya no podías sorprenderte más en medio de este paraíso terrenal encontrarás tu habitación de tres paredes. Leíste bien, tres paredes.
La pared faltante, es un hueco directo al mar, o a la selva: Naturaleza pura.

Pisos de madera, techos de palapa, colores cálidos, decoración rústica, cama al centro con velo antimosquitos al techo, y su balcón único será una experiencia difícil de igualar. Te adelantamos que ninguna de estas características especiales de tu habitación serán impedimento para un descanso y desconexión profunda durante la noche, cuentan con unas cortinas finas de bambú que se pueden bajar para protegerte un poco mas en la noche, y bloquear un poco la luz.
El baño, lleno de detalles únicos, como su despachador de agua potable permanente por si la sed en medio de la selva se hace presente a cualquier hora del día.

La comida, es otro universo que complementa la experiencia como un círculo perfecto. Sabrás que es momento de comer, porque tienen horarios establecidos que se harán notar a través de sonidos orgánicos, como si de una tribu antigua se tratara, escucharás el sonido de una concha de mar.
Todo lo que te puedan ofrecer en este centro de retiros, no solo alimentará tu cuerpo, si no tu alma. Alimentos frescos y saludables en porciones adecuadas y presentaciones perfectas. Hay opciones vegetarianas, veganas y libres de gluten. Si tienes alguna alergia o restricción alimentaria no será ningún problema, estarán encantados de ofrecerte opciones especiales.

Sabrás qué hay de comer unas horas antes de cada comida, porque podrás leer en su pizarrón las opciones, y también será un momento mágico en el que podrás encontrarte y convivir con el resto de huéspedes, es difícil de explicar, pero en la hora de los alimentos se crea comunidad. Quizás porque todos los que están ahí, comparten el mismo fin de la desconexión y el descanso absoluto, la introspección y el auto cuidado.

El club de playa no podía faltar, y hace honor a la palabra co-mo-di-dad. Cuenta con camastros, hamacas y camas. Las vistas y el sonido del mar se vuelven protagonistas en todo momento, pero quizás querrás tener tu libro a mano, y disfrutar de tu bebida favorita mientras tu cuerpo absorbe su dosis necesaria de vitamina D, todo es posible.

Si lo que tu cuerpo pide es refrescarte o activarte, tendrás diferentes alternativas, todas tan atractivas que te garantizo será difícil de elegir.
Yoga como protagonista del centro, por supuesto, con diferentes salones y horarios. Alberca infinita con vista al mar, kayak, paddleboard, o simplemente nadar sin límites en el océano. Eso sí, han pensado en todo, porque si te cansas a medio camino, tienen una hamaca en medio del mar…Sí, hamaca en medio del mar. ¿Existe alguna idea mejor?

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Las opciones son infinitas, podrás vivir esta escapada de diferentes maneras, XINALANI se encarga del resto, incluso si quieres salir del eco hotel y hacer actividades fuera de la bahía, o tours guiados, ellos podrán ayudarte para que disfrutes al máximo.

Un lugar paradisíaco, holístico y único.
Para más detalles visita su página web, que te garantizo te hará querer tele transportarte en menos de 2 minutos.